

La máquina humana es realmente maravillosa, sin embargo la capacidad energética que poseemos cada individuo la utilizamos de formas distintas. En realidad no sabemos aprovechar al máximo nuestra energía y la utilizamos mucho en cosas que no nos ayudan a mantener un equlibrio físico y mental adecuado para llevar una vida al menos más ordenada. Actualmente vivimos en un mundo que se rige por las agujas del reloj: ( a las 7:00 tienes que estar despierto, a las 8: 30 los niños desayunados, a las 9:00 los niños al colegio, a las 9:30 entrar al trabajo, una hora para comer, a las 15:00 otra vez ocupado, a las 18:00 recoger los niños, si tienen alguna actividad los tienes que llevar, recoger después, a las 9:00 la cena, cuando limpias un poco ya son casi las 23:00 y dices: -¿ésto es todo? si ya no queda tiempo para nada). Ésto es un ejemplo de cualquier familia muy normal en éstos tiempos. Todo esto es muy normal que nos provoque estrés crónico, a la vista está como están las consultas de especialistas en salud mental.
Algo podemos hacer por nosotros:
- Buscar el equilibrio. Cuando hay un desequilibrio entre nuestras exigencias y nuestras posibilidades se dispara el estrés. Podemos intentar bajar nuestras expectativas -¿Que puede pasar si algún día llegas tarde al trabajo por culpa del trafico?- Preguntaté a ti mismo que es lo peor que puede pasar si no haces ésto o lo otro.
- Ya que nuestra energía tanto mental como psíquica tiene un límite, saber distinguir lo más importante de lo secundario nos ayudará a dirigir nuestro esfuerzo y adaptarse a los imprevistos.
- Ganar eficacia. Lo normal en las personas estresadas es que se dispersen y estén frustradas con mayor facilidad. Si, a pesar de estar bien organizado/a tienes dificultades para poder llegar a todo (en el trabajo, en casa...) debes contar con la ayuda de otras personas.
- ¿Que prisa tienes?. La mayor parte de las veces que actuamos con mucha prisa, y no es realmente necesario. Nos hemos adaptado a tener prisa y lo hacemos por pura inercia, no por necesidad. El escritor austriaco Karl Kraus decía que "la velocidad no sirve de nada si te dejas el cerebro por el camino".
- Cambiemos la forma de pensar. Buscar recursos para ayudar a dejar los problemas del trabajo en la puerta de casa. Un buen baño de agua caliente, ponte ropa cómoda, escucha música mientras te deleitas con un buen vino, etc...
- Disfruta de tu tiempo libre. Muchas veces son las que no somos capaces de disfrutar del tiempo que nos pertenece. Incluso los fines de semana acostumbramos a tener llenar la agenda llena de actividades que ni disfrutamos ni nos agradan. Hagamos actividades que nos agraden sin preocuparnos del rendimiento ni de lo provechoso que pueda ser, hagámoslo solo por el placer que nos pueda dar en esos momentos.
- Recordemos que no nos sentimos mal porque estamos estresados, sino que estamos estresados porque la vida que llevamos de tanto ajetreo nos hace sentir mal. Solo abordando las causas, nos sentiremos más satisfechos y realizados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario