sábado, 29 de abril de 2017

Pensamientos en el zulo

Recuerdo mi primer día en el zulo de dos por dos y casi rozando mi cabeza en el húmedo techo.
Sólo estaba yo, pero al cabo de una semana conocí a otra persona. Así conocí a mi otro yo. No somos iguales, por eso cuando hablo de mí, tengo que ponerme en el otro lado para verme a mí mismo desde fuera.
Así es como entendí que la mayor parte de las personas no conocen la existencia de su otro yo.
Vivimos externamente durante toda la vida. No nos conocemos​. Somos el reflejo de las opiniones que los demás tienen sobre nosotros. Estamos contaminados por el efecto que causan los actos de nuestros semejantes.
Me di cuenta de que en mi espacio tan diminuto había un ser humano que se acercó a mí y me habló. Me preguntó algunas cosas.
_¿Quién eres?
_¿Como eres?
_¿Porque vives?
Me di cuenta de que somos lo que somos porque somos lo que pensamos.
¿Que piensas tú?
Piensas que eres desafortunado y lo eres.
Piensas que tu vida tiene valor y lo tiene.
Piensas que tu futuro será desastroso y lo será sin dudarlo.
Sólo seremos como pensamos mientras que utilicemos el catalizador que hace de nuestros pensamientos realidades tangibles.
Ese catalizador es algo que lo llevamos en nuestros genes, lo tenemos gratis, no ocupa sitio en nuestro cerebro, se alimenta de si mismo, los que lo utilizan se sienten vivos y realizan actos milagrosos a los ojos de los que no saben utilizarlo.
La FÉ es la palabra  mágica.
No es sólo una palabra. Es el único modo de vivir.
Si de pequeño no hubieses tenido la fé que se necesita para dar los primeros pasos, en este momento estarías en una silla de ruedas.
Si no hubieses tenido la fé de que sacarías tus estudios adelante, ahora no sabrías lo necesario para poder leer este artículo.
Todo lo que vivimos, hacemos o construimos pasa a través de nuestra FE.
Piensa en alguna cosa, visualízala con sentimiento y llegarás a tocarlo.
Muchos dicen que no funciona.
Es cierto, no funciona. Muchos son los que lo dicen y siempre lo dirán los mismos que no tienen Fé.
La Fé está innata en todos, pero ¿que pasa con los años?
Otros seres sin fé te dicen que eso no es posible, no se puede, estás tonto, estás loco...
Y te ponen una bolsa en la cabeza.
Te tapan la libertad de pensar y actuar con la fe.
Sé tú mismo.


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